viernes, 5 de febrero de 2021

LA PLAZA MAYOR DE SALAMANCA NO SERÍA LA MISMA SIN EL QUIOSCO DE DORI

 La Plaza Mayor no sería la misma sin el Quiosco de Fermín y Dori, donde aún sobrevive la letra impresa.



Contamos en nuestra maravillosa Plaza con uno de los quioscos más antiguos de la ciudad, fundado en 1945 por don Andrés Martín que tras su jubilación pasa a manos de su hija Dori y su yerno Fermín.




Dori me comenta que es uno de los eslabones de la cadena familiar que dan vida a este pequeño negocio.


Dori lleva desde los 13 años trabajando, estuvo al lado de su padre y más tarde junto a su marido Fermín (que gran persona y trabajador, siempre lo recuerdo al frente del negocio junto a su mujer) hasta que hace 15 años fallece y Dori debe hacerse cargo del quiosco con la ayuda de sus tres hijos: María, Fermín y Ana.


Dori desde su pequeño negocio ha tenido el placer de conocer a todo tipo de personalidades y ser la quiosquera psicóloga en muchas ocasiones al tener clientes fieles de toda la vida, esas personas que muchas veces necesitan hablar y contar a la vez que comprar su prensa o revista preferida.


Dori lleva 52 años al pie de cañón, gran mujer, madre, luchadora, buena persona y afortunada de tener llave en la Plaza Mayor con la que abre cada mañana su pequeño pero gran negocio, que da vida al corazón de nuestra ciudad con sus noticias de que manda la actualidad y entra a primera hora en los bares y hogares del centro de Salamanca.

Dori nos comenta “que tiene un público muy extenso, que empatiza con ella, algo que es realmente importante “ . Muchos de sus clientes no tienen ni que abrir la boca porque Dori nada más verlos ya sabe perfectamente sus preferencias.
Resaltar que las revistas más vendidas han sido Hola y Pronto y los periódicos en papel El Mundo y El País.


Hay que reconocer que Dori cuenta con una memoria prodigiosa, se acuerda de todo y si algún abuelito va con sus nietos ella sabe siempre que ofrecerles.
Dori y sus 3 hijos son una piña, los hijos desde que falleció su padre se volcaron en compaginar sus estudios y trabajo a la vez que poder ayudar a su madre en el negocio.



Familia con la que me quito el sombrero por su amabilidad, humildad, educación y trato exquisito a sus clientes.
Alabo el trabajo de la familia y en especial el de Dori porque no es fácil estar de 12 a 14 horas de pie y siempre a la intemperie, creo que no es un trabajo fácil, el sol, la lluvia, el frío, el viento son duros pero Dori tiene claro que no lo cambiaría por nada y tiene claro que nunca se jubilará y es una gran satisfacción oir hablar a Ana y decir que el negocio se mantendrá sea como sea porque junto a sus hermanos encontrarán la fórmula de la continuidad.



¿Mañana? pese a la climatología que haga Dori os esperará con los periódicos de la jornada y toda la actualidad del país y el mundo.